sábado, 7 de marzo de 2009

chinchirrines



A veces, cuando la tierra hierve y el aire sofoca, descubro la presencia de las anisópteras o libélulas, a las que conozco desde niña con el nombre de chinchirrines -palabra que no encuentro en libro alguno- Ellas me trasladan a un suceso ocurrido en mi niñez que con el tiempo adquirió un triste significado premonitorio.

Surge entre los zaguanes de mi mente, la imagen del rostro de Sofía, una niña agobiada por su extrema sensibilidad ante el sufrimiento y el dolor de todo ser viviente. Vuelvo al momento en que nuestras miradas de asombro descubren el nuevo juguete de Marcia- Un laboratorio de Bilogía-. Visualizo el microscopio, los cristales, el tablero, los alfileres y la mirada de terror de Sofía al descubrir, a un chinchirrín con el vientre atravesado que batía insistentemente sus alas membranosas.


Con lágrimas en los ojos, lo tomó entre sus manos, le quitó la daga que aprisionaba su frágil cuerpo, lo sopló suavemente para darle aliento e impulsarlo a volar de nuevo. La libélula trató de escapar y cayó al suelo. La contemplamos unos instantes. Primero intentó elevarse sin conseguirlo, finalmente, quedó boca arriba y vimos como poco a poco se fue desvaneciendo el ritmo de sus alas.

Sofía lanzó un gemido:

-¡Si no logra volar se va a morir!-

Marcia exclamó determinante:

-Si no va a poder vivir sin volar... ¡ mejor que deje de sufrir!- Y lo aplastó con la suela de su zapato.

No puedo evitar la nostalgia al contemplar la danza circular y monótona de las mensajeras del sur.


Pienso en Sofía, que murió tras haber permanecido atada a su lecho durante nueve años y sobre todo en Marcia, que herida por la daga del desamor, decidió-en un arrebato prematuro- terminar con su existencia.
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Mayo 2004
TBDC

3 comentarios:

  1. Me gusto mucho tu historia. (Y el hecho de que yo tampoco entiendo de donde alió chinchirrin).

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  2. Me encantó la lectura. Para mi también son chinchirrines.

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  3. Ay, pues toda mi vida los he conocido por el nombre de chinchirrín, pero veo que no es común así. En fin, son bellos. Esta historia fue triste.

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