viernes, 3 de septiembre de 2010

Tras las lluvias de agosto / Carmen Aristegui


Hizo valer la crítica


Germán Dehesa era esa presencia diaria, inteligente, punzante, divertida. Germán era maestro, escritor, periodista, universitario puma; padre que nos puso al tanto de toda su familia. En la Gaceta del Ángel de REFORMA, Germán hizo valer la crítica, el humor, el servicio a los otros. Germán era ese buen promotor de las buenas causas: el que recolectaba cobijas para los que tenían frío, el que vendía tamales para los down, el que vendía periódicos para reforma.

Recién condecorado con la Medalla al Ciudadano Distinguido, ya no alcanzó a recibir el homenaje que este viernes le había preparado la UNAM. Germán se veía así mismo todavía en sus últimos días como un ser dual: jarocho como su padre, abierto y liberal, y otra parte ante la que se rebelaba, la que le heredó su madre, quien lo empujaba al sufrimiento como una ventana a lo celestial. Entre esa dualidad se movía y en la recta final quedó claro que ganó su apuesta por la alegría, el gozo, la amistad y el amor por los suyos y por los demás. Será para muchos, yo incluida, una pérdida, muy, muy grande. Lo vamos a extrañar.


Carmen Aristegui


a Germán Dehesa

el día de su partida

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