Sitio del Viento*...un lugar donde se besan entrelazadas las aguas del mar y el río; una privilegiada cuenca que fuera refugio de aquellos seres que un día tuvieron que abandonar su terruño agobiados por la furia de las pasiones humanas que engendran la guerra y el desaliento, que llegaron hasta aquí, guiados quizá por el “Lucero del Alba” aquel personaje de cien mitos y leyendas quien decepcionado de los hombres que se opusieron al desarrollo armónico de su doctrina humanista, partiera en su balsa de serpientes hacia el país de la sabiduría, el que se inmolara arrojándose a la hoguera para que su espíritu puro pudiera elevarse y convertirse en estrella. Hablo del “Señor de la Aurora”, de la “Deidad Ignorada”, de “Quetzalcóatl” cuyo escondite fue señalado por su pueblo en esta “Isla Verde”, origen del nombre de mi puerto y de su río.
*Así nombraba a Coatzacoalcos la inolvidable poetisa porteña: María Fernanda.
*Así nombraba a Coatzacoalcos la inolvidable poetisa porteña: María Fernanda.
Nacer en el sitio del viento, debe ser algo mágico, inefable. Sí, imagino un hermoso lugar lleno de la más pura belleza. Me gusta muchísimo todo lo que escribes, percibo en ti, una gran sensibilidad. Un abrazo desde España.
ResponderBorrarhttp:iluminada-versosdemialma.blogspot.com
http://envueltaentreversos.blogspot.com
mama... recordando a dos Marías Fernandas a quienes el sitio del viento les iluminó mucho... si no, ¿para qué volver?
ResponderBorrarbesos,
...alguna vez
ResponderBorraralguna vez,tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va
la pizarnik