“A
través de la puerta entreabierta se le vislumbraba en la oscuridad, y su rostro
seco e inexpresivo, su cabello revuelto, la vitalidad enfermiza de sus duros ojos
amarillos, le daban el inconfundible aspecto del hombre que ha empezado a
sentirse derrotado por las circunstancias. “
1955. La Hojarasca. Primer libro de Gabriel García Márquez