Holanda en mayo....
Con la cabecita en espiral, ya de regreso por Barna. Días de esparcimiento, aire, mucha bici, mucho color y encuentros con formas como dibujadas para un mundo que a mi se me antoja de juguete.
El paseo por Holanda fue súper-súper lindo. Amsterdam, por más que te lo cuenten y cada quien te de su versión de lo que impacta (aparadores llenos de buen gusto, galerías y expos cada dos calles, los gatos, las bicis, los coffee shop's, el mercado de las flores, el distrito rojo, los caballos, etc) tiene otro algo que no sé como explicar que resulta encantador. ¿La luz? ¿los colores? A mí me sorprendió y me gustó, lo malo es que hay tanto que ver que me quedé con ganas de más. El primer día ahí, fui a ver la expo de la edición 2009 de World Press Photo y volví a sentir ese calorcito que me acerca a lo que yo creo que es la fotografía. Después de eso dimos vueltas y vueltas para después parar, esperar a Lorena sentados afuera de la estación central y después comer, tomar cervecita, platiquita y tren a La Haya, rumbo a una linda casita de madera y muchas flores en la que vive Lolo y que compartió con M y conmigo por 5 buenos días.
Con la cabecita en espiral, ya de regreso por Barna. Días de esparcimiento, aire, mucha bici, mucho color y encuentros con formas como dibujadas para un mundo que a mi se me antoja de juguete.
El paseo por Holanda fue súper-súper lindo. Amsterdam, por más que te lo cuenten y cada quien te de su versión de lo que impacta (aparadores llenos de buen gusto, galerías y expos cada dos calles, los gatos, las bicis, los coffee shop's, el mercado de las flores, el distrito rojo, los caballos, etc) tiene otro algo que no sé como explicar que resulta encantador. ¿La luz? ¿los colores? A mí me sorprendió y me gustó, lo malo es que hay tanto que ver que me quedé con ganas de más. El primer día ahí, fui a ver la expo de la edición 2009 de World Press Photo y volví a sentir ese calorcito que me acerca a lo que yo creo que es la fotografía. Después de eso dimos vueltas y vueltas para después parar, esperar a Lorena sentados afuera de la estación central y después comer, tomar cervecita, platiquita y tren a La Haya, rumbo a una linda casita de madera y muchas flores en la que vive Lolo y que compartió con M y conmigo por 5 buenos días.
Sábado: Alquilar bici (por6.50€/día!) y salir rumbo a la playa. Paseamos por bosques (de esos que se parecen a la casa de Shrek), laguitos y árboles de 10 verdes distintos, un jardín japonés meticulosamente cuidado y vigilado por un árabe al que bautizamos como "caput", dunas y tierra hasta llegar al mar del norte, un mar plateado reflejo de un cielo blanco con imágenes distintas a las de cualquier otra playa que yo haya visitado.
La gente paseaba con botas de hule (el agua es helada), pasaban carrozas tiradas por caballos (y SIN turistas). Como snack, venden una especie de mini hotcakes con canela, pero no los probamos porque nos cerraron el puestito :( Por la noche, volvimos con la bici a La Haya y cenamos invitados por Isa (una amiga colombiana de L) y ¡a dormir!
Domingo: Bici-día no. 2 rumbo a Rotterdam. A ver, hay que decir que existen 3 carriles: Bici, peatón y coche. ¡No se puede pedir más!) Así que tuvimos un paseo carreteril tranquilo, a pedal, llenito de paisajes bellos, vacas, borreguitos, caballos, gallos gallinas y faisanes*, muuuchos patos, algún cisne y pajaritos cu-cú (que no vi pero oí) y seguro más que se me escapa. Hicimos parada en Delft, pequeña ciudad cuna de Johanes Veermer y continuamos el camino con sus respectivas pausas fotográficas (las casas para estudiantes de la Universidad Tecnológica de Delft, verdes hasta las cortinas!) naves industriales coloridas, niñas a caballo con capas plateadas al viento (estilo el Santo*) y casitas de colores flotando a orillas de los canales. Pasamos Zweth (donde vimos principalmente caballos y casas bonitas) y de pronto, ¡crack! cambio de luz, de ambiente y de paisaje. Rotterdam y el efecto "paseo por un render". Parece que te metes a un programa de diseño moderno arquitectónico por computadora y cada paso es un "click" que muestra alguna rareza arquitectónica modernoide. Todo colores, todo formas y toda modernidad. Si bien rompe cañón con la calidez de todo lo antes recorrido, no deja de ser alucinante, tan menos para mi. Lo malo: encontrar cerrado el Nai (un detallito no mencionado: to-do lo cierran a las 5:00 pm :S) Si algún día puedo, es algo que me gustaría visitar. Lo imagino casi como el sensorama ese inolvidable que visité en una casona antigua en el DF, hace como 13 años pero versión modern-sharp.
El lunes M y yo volvimos a Amsterdam y visitamos el Museo Nacional ( Rijksmuseum). Comimos papas fritas sin mayonesa y con mostaza y después, una deliciosa sopita en una banca, junto a un canal. Estábamos cansad@s y no fue el día más divertido.
Martes y último! fuimos a la Corte Penal Internacional (donde trabaja L) a intentar escuchar una audiencia. Casi todo nos tocó en sesión cerrada, pero estar sentado ahí mirando a través de esos ventanales y "leyendo" ademanes y gestos es como ser parte del staff de una película... ya sé que es muy chafa mi analogía pero pues yo me sentí así. Esperamos a L que se había pedido medio día libre para llevarnos a pasear por La Haya pero este día, el clima no acompañaba nada. Llovía sin parar y había un viento de ese rompeparaguas. Igualmente caminamos un rato. Fuimos al parlamento, al Ayuntamiento, ¡a comer arenques crudos!!! y a cerrar la tarde con un café de verdad y un delicioso struddel de manzana :)
Volvimos cansados, contentos y enamorados de lo que vimos de Holanda. Cuando lo expliqué por aquí, mi amiga Xexu me dijo que "yo me enamoro de todos los sitios a los que voy" y no lo había pensado! de todos seguro que no, pero de muchos sí :P (qué padre! ¿no?)
Te mando una foto llena de colores, después hago álbum y te enseño la otra parte, la de cuentito, ti?
Ani