lunes, 15 de noviembre de 2010

JOEL

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Joel despertó con la lengua impregnada del sabor amargo de su último sueño. Se conectó a la red buscando descifrar el significado. Navegó un buen rato sin encontrar las respuestas que ansiaba encontrar. De pronto, un artículo llamó su atención: “La física cuántica confirma que creamos nuestra realidad” (*) El texto constaba de… trece páginas… ¡Trece! Tomó la decisión de leerlo en su totalidad y lo hizo no una, ni dos, sino tres veces. En la tercera ocasión, optó por imprimir todo el artículo y luego fue subrayando algunas líneas omitiendo las referencias y los términos científicos para tener una mejor perspectiva de las ideas…
La física moderna dice “tú si puedes”
[La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad.] … [fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones ]… [nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones] …. [Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”…] [El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”, es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular]…
[¿Quién elige de entre esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado”]… [“Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensación de ser el observador”] … [“Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”]
Tratando de asimilar la información se cuestionó: ¿Qué realidad prefieres? Lo que aquí dice es que eres es el producto de las emociones que le dieron paso a tus hábitos de pensamiento, a los miedos y fobias que disfrazas cotidianamente intentando en vano engañar a tu memoria ¿Eso significa que tienes que regresar a tus interminables entrevistas con el psicólogo que sólo te han mermado la cartera? No, no, no, deja de pensar eso –se dijo golpeándose las sienes- acabas de leer que tú y sólo tú creas tu realidad… y volver a terapia es precisamente lo que ya no quieres… ¿Qué tienes que hacer para no despertar con el sabor amargo de tus sueños estropeados? ¿Qué? … ¿Qué? ...
Tomó los papeles impresos y releyó las líneas que subrayó -en su entender- como la conclusión: [La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”.]
¡Ya está! Se paró frente al espejo, tomó las tijeras y se cortó la lengua

Publicado en la Revista Círculos

Edición Oct-Nov 2010